¿Te gustaría saber qué estilo de liderazgo se ajusta mejor a tu cultura empresarial y a las expectativas de tus trabajadores? ¿Qué cualidades debe tener un líder para potenciar el talento y la motivación de su equipo? ¿Qué herramienta puedes utilizar para encontrar al líder ideal para tu empresa? En este artículo te daremos las respuestas a estas preguntas
Un líder adecuado puede reforzar los valores organizacionales, ayudando a su gente a crecer y desarrollarse mediante el establecimiento de objetivos, oportunidades y reconocimiento.
Por tanto, su búsqueda es un punto crítico dentro de la gestión empresarial. Para que esta no se demore demasiado y para que su tasa de éxito se eleve, es de gran ayuda la adopción de soluciones tecnológicas avanzadas.
En este artículo, analizaremos los diferentes estilos de liderazgo y cómo pueden influir en el éxito de tu equipo, te contaremos las cualidades con las que debe contar un líder y te proporcionamos una herramienta clave para dar con él de la manera más efectiva posible.
Cuántos estilos de liderazgo diferentes se pueden ejercer en una empresa
Existen varios tipos de estilos de liderazgo. Es importante destacar que no existe uno óptimo, sino que su elección dependerá del contexto, los objetivos, la cultura y las características de cada organización.
Además, los directivos pueden adaptar su estilo de dirección según las circunstancias y las necesidades de cada momento. Lo ideal es que sean flexibles y capaces de combinar diferentes estilos según convenga.
Estilo autocrático
El directivo autocrático ejerce un gran poder sobre sus trabajadores o equipo. Suele implantar un estilo de liderazgo rígido e inflexible, imponiendo las órdenes desde arriba (enfoque top-down) y dejando poco margen para las sugerencias.
Generalmente establece un férreo sistema de castigos, por lo que la motivación laboral se resiente y aumenta la rotación del personal.
Este estilo de dirección no es recomendable para las empresas que quieren fomentar la innovación, la participación y el compromiso de sus empleados.
Estilo participativo o democrático
Éste se basa en la confianza. El directivo no sólo tiene en cuenta las opiniones de su equipo, sino que los anima a participar en el proceso de toma de decisiones, de manera que los empleados se sienten más motivados y comprometidos con la organización.
Este estilo de liderazgo favorece la colaboración, el aprendizaje y la creatividad, pero puede retrasar el trabajo y las decisiones si no se establecen unos criterios claros y unos plazos razonables.
Estilo carismático
El directivo carismático es un auténtico líder que inspira a su equipo dando el ejemplo. Suele involucrarse en las diferentes tareas y guía a sus trabajadores a golpe de entusiasmo.
Se trata de un estilo de dirección empresarial que empodera a los empleados, pero si el directivo abandona la organización el proyecto puede fracasar, ya que su funcionamiento y éxito dependen en gran medida de su figura. Por lo tanto, este estilo de liderazgo requiere una buena gestión del cambio y una adecuada sucesión del liderazgo.
Estilo orientado a la tarea
Aunque es un poco autocrático, suele ser muy eficaz. Este directivo se centra en definir el trabajo y las funciones necesarias, planificar las diferentes tareas y supervisar su cumplimiento.
Sin embargo, su énfasis en la productividad puede llevarle a descuidar el bienestar de su equipo, por lo que suele tener dificultades para motivar y retener a sus trabajadores.
Este estilo de liderazgo puede ser útil en situaciones de crisis o cuando se requiere una rápida ejecución.
Estilo orientado a las personas
Aquí, el directivo comprende que los empleados son el alma de la organización, por lo que apoya a su equipo, le brinda autonomía y contribuye a su desarrollo profesional.
Es un estilo de liderazgo participativo que fomenta la colaboración y crea un ambiente laboral positivo, pero puede ser contraproducente en situaciones de crisis o cuando es necesario tomar medidas correctivas.
Es adecuado para las empresas que valoran el capital humano y la responsabilidad social.
Qué cualidades debes buscar en un líder para que encaje con tu cultura empresarial
Independientemente del estilo de liderazgo que necesite tu empresa en cada etapa de su vida, escoger a un líder apropiado que sepa sacar el máximo provecho de su equipo es una tarea ardua que puede llegar a consumir numerosos recursos.
Para agilizar el proceso y optimizar resultados, es fundamental prestar atención al ajuste entre los valores y comportamientos de éste, es decir, de su mentalidad, con la cultura corporativa.
Si nos fijamos en el método CFAM, observamos como el liderazgo es uno de los valores subyacentes que definen el arquetipo de cultura Goals o Cultura centrada en los objetivos. Esta tipología cultural ilustra un modelo de gestión basado en conseguir metas racionales.
Según esta, un líder debe ofrecer una serie de comportamientos y actitudes clave, como son:
- Orientación a resultados: actuará con rapidez y prioridad para alcanzar las metas propuestas. Tomará medidas ágiles y eficaces para conseguirlos
- Excelencia: cumplirá con rigor los requisitos y expectativas establecidos para lograr el éxito. Se esforzará por llegar a los más altos niveles en su trabajo.
- Competitividad: buscará crear y encontrar continuamente mejoras en los procesos y la calidad de los productos o servicios. Estará orientado a la mejora y buscará mantenerse a la vanguardia en el mercado.
- Pragmatismo: será capaz de resolver problemas de forma razonable, práctica y flexible. Se enfocará en encontrar soluciones efectivas y factibles, teniendo en cuenta las limitaciones y recursos disponibles.
- Ambición: tendrá un deseo fuerte de superarse y alcanzar objetivos valiosos e importantes. Estará motivado por el desarrollo personal y profesional, y buscará oportunidades para retarse y alcanzar nuevos logros.
- Liderazgo: será capaz de influir, motivar y movilizar a otras personas para lograr fines y objetivos.
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